Introducción
Nuestro Señor Jesús en esta segunda parte del capítulo 6 (19-23) nos ha venido enseñando sobre como debe vivir el cristiano en este mundo, donde debe invertir su vida, donde tiene que hacer tesoros, donde tiene que poner su corazón. Recordemos que un tesoro es todo aquello que ocupa el primer lugar en tu corazón y en tu vida, es todo aquello que es prioritario, todo aquello que tiene el valor mas alto en tu vida, puede ser algo material, como trabajo, auto, casas, posesiones, negocios, etc. pero también pueden ser cosas inmateriales, como; familia, éxito, fama, aprobación, en fin todo aquello que genere la satisfacción máxima en tu vida; ese es tu tesoro. Y el Señor Jesús nos enseñó que nuestro tesoro debe estar en el cielo, nuestra vida en esta tierra la debemos invertir para acumular tesoros en el cielo, hacer tesoros en el cielo significa: todo aquello que hagamos en esta tierra que tenga trascendencia eterna, cosas como moldear nuestro carácter como el de Cristo, predicar el evangelio a otros, discipular, servir en la obra del Señor, en resumen todo aquello que tiene que ver con el reino de Dios.
La importancia de tener claro donde esta nuestro va a definir el estilo de vida que vamos a llevar en este mundo, por eso Jesús dijo: donde tu tesoro, allí estará tu corazón, cuando se usa la palabra corazón se refiere a tus emociones, sentimientos, voluntad y deseos. Por eso si tu corazón esta en el cielo tu vida aquí en la tierra lo reflejara, pero si tu corazón esta en las cosas de esta tierra tu estilo de vida también lo va a reflejar.
Y el día terminaremos de estudiar el capítulo 6, culminando así con el pensamiento y la enseñanza de Jesús con respecto a nuestra manera de vivir aquí en la tierra en relación con las cosas materiales de este mundo.
Estudiaremos desde el versículo 24 al 34.
Dividiremos este estudio en 3 secciones:
- La imposibilidad de servir a dos señores (24).
- El afán y la ansiedad (25-32).
- La prioridad del creyente en este mundo (33-34)
- La imposibilidad de servir a dos señores (24).
La enseñanza de Jesús en esta parte del sermón comienza con una imposibilidad, cuando dice: “nadie puede” y también termina con la misma imposibilidad en la última parte del versículo cuando dice: “no podéis servir” a Dios y a las riquezas. Lo que esta diciendo el Señor es que es imposible servir a dos señores que se contraponen entre si, que están en esferas diferentes, que tienen intereses diferentes. El contraste ya lo puso el Señor en los versículos anteriores: los tesoros terrenales y los tesoros celestiales. Debemos tomar en cuenta una palabra muy importante en este versículo y que nos ayudara muchísimo a entender mejor el pasaje, es la palabra: “servir”
Servir: implica la voluntad personal que conduce a una manera de obrar, involucra mis acciones hacia un superior. En este contexto significa ser un siervo o esclavo.
Entonces no se puede ser esclavo de 2 señores, debemos tener un solo señor. Tratar de servir a ambos es como tener el corazón dividido. Los dos señores aquí son Dios y el mundo, por tanto, es imposible amar a Dios y amar al mundo a la misma vez, eres esclavo de Cristo o todavía eres esclavo del mundo. Todos hemos servido a dos señores, pero no a la misma vez. Yo fui esclavo de este mundo y sus placeres hasta los 21 años, luego el Señor me rescató y me hizo libre, pero para ahora ser su esclavo, su servidor, ya perdí mucho tiempo en el mundo, ahora es hora de servir a mi Señor.
El señor nos da la razón de la imposibilidad de servir a dos señores al decirnos: “porque o aborrecerá al uno y amara al otro, o estimara al uno y menospreciara al otro”.
Al ser dos señores totalmente opuestos entre si, con intereses totalmente contrarios lo que generará es un amor hacia uno y un aborrecimiento hacia el otro. Lo que esta diciendo el Señor es que si eres siervo de Dios amaras a Dios y aborrecerás al mundo. 1 de Juan 2:15-17 Todo el que se dice cristiano no ama ya las cosas del mundo, no encuentra deleite en las cosas del mundo, sino en Dios.
Si aun amas al mundo es porque sirves a este mundo y no a Dios, vives para este mundo, tus deseos son de este mundo, tu propósito esta en este mundo, por eso tu señor es este mundo porque le sirves a él, por eso necesitas a Cristo, que te haga libre de la esclavitud del pecado y de la muerte.
Y esto nos lleva a la segunda parte del versículo 24: “no podéis servir a Dios y a las riquezas”
En el texto griego la palabra original que se tradujo como “riquezas” es Mamón y es una palabra de origen arameo que se utilizaba para la riqueza temporal de una manera idolatrada, es decir cuando la riqueza se convierte en un ídolo. Un ídolo es aquello a lo cual tú le entregas tu adoración, tu vida, tu corazón. Muchas personas entregan sus vidas a las riquezas y en ellas esperan encontrar felicidad, seguridad y plenitud. Eso es lo que un autor llamó: “el engaño de las riquezas”.
Por eso Jesús nos dice que no podemos servir a Dios y a las riquezas, porque si tu vida gira en torno a hacer dinero y dinero, posesiones, cosas materiales, y en eso está el propósito de toda tu vida, entonces no puedes servir a Dios. Dios tiene que ser tu primer lugar en tu vida, primero debes renunciar a tus ídolos y luego entregarte a Dios por completo.
Y esto nos lleva a una pregunta que todos debemos responder: ¿a quien servimos?
A Dios o al mundo, a Dios o a Mamon. Si eres hijo de Dios tu respuesta debe ser a Dios, Jesús es tu salvador y tu Señor, Jesús no solo te salva sino que también es el Señor de tu vida.
Y esto nos lleva a la segunda sección:
- El afán y la ansiedad (25-32)
La palabra relacionada con el afán aparece 5 veces en estos versículos, así que el tema principal en esta parte del texto sin duda alguna es el afán. De hecho, el Señor usa la frase: “no os afanéis” 3 veces en estos versículos.
Vrs 25
El Señor introduce ahora esta enseñanza con un “por tanto” esto quiere decir que hay una conexión entre lo que dijo anteriormente y lo que va a decir ahora. La enseñanza no ha cambiado, sigue siendo la misma, solo que ahora el enfoque es distinto.
Y luego de esa conexión Jesús usa la frase “os digo” que implica una autoridad inigualable que solo la tiene Dios, los maestros de esos tiempos no decían esa frase porque no tenían la autoridad de Jesús. Ni ninguno de nosotros tiene la autoridad de decir: “yo digo” nosotros decimos “Jesús dice”.
La amonestación de Jesús es clara y sencilla: “no os afanéis” literalmente “no estéis ansiosos” es importante responder la pregunta: ¿Qué es el afán? Es una preocupación excesiva y angustiosa.
El Señor no está mandando aquí a no preocuparnos por nada en esta vida y a vivir sin ocupaciones ni trabajo, ni tampoco a no esforzarnos por buscar el pan de cada día. El trabajo no solo es bueno sino necesario, ya que Dios lo establece como un mandato para el hombre y la enseñanza es clara en la biblia (2 Tes 3:10-12). Entonces Jesús en ningún momento nos esta mandando a no trabajar ni ocuparnos en las necesidades básicas del día a día. NUESTRA RESPONSABILIDAD ES TRABAJAR y ser diligentes previendo para el futuro. El creyente trabaja y piensa para el futuro, pero sabiendo que el futuro está en las manos de Dios y no en las mías, yo hago mi parte y Dios hace la suya.
Lo que si prohíbe es la preocupación ansiosa que conduce a la congoja y angustia vital. El Señor nos prohíbe estar en un estado de ansiedad inquietante pensando constantemente en el futuro.
La ansiedad conlleva a muchos problemas:
Te quita el gozo, porque te hace pensar tanto en las preocupaciones que no te permite ver más allá de esas necesidades. La ansiedad ataca desde la mente. Una persona ansiosa no está gozosa, no vive disfrutando de las bondades del Señor.
La ansiedad produce turbación de espíritu, recordemos el caso de Marta (Luc 10:40-42) el afán nos lleva a ocuparnos en tantas cosas que a veces perdemos de vista lo que verdaderamente vale la pena.
Entonces respondamos la siguiente pregunta:
¿Cuál es la causa del afán y la ansiedad?
Esa pregunta la responde el mismo señor Jesús. El hombre se afana por su vida (que ha de comer y beber) y por su cuerpo (que ha de vestir).
El Señor alude a los objetos que producen inquietud y producen ansiedad y afán en la vida de las personas. El primero tiene que ver con el alimento y la bebida: “qué habéis de comer o que habéis de beber” el alimento y la bebida son elementos indispensables para el sostenimiento de la vida de la vida. sin embargo, Dios que nos dio la vida, nos dará también lo necesario para nuestro sustento. Trabajar diariamente por nuestro sustento es algo licito, pero angustiarse y caer en ansiedad cuando en algún momento llegue a faltar el sustento es una demostración de duda de la bondad de Dios, quien abre su mano de provisión para todos, Dios no prometió abundancia siempre pero si prometió sustentar lo necesario.
Además de la alusión a la inquietud por los alimentos y la bebida, el Señor también menciona la inquietud o la ansiedad por el vestido “ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir” el cuerpo es la parte integrante del hombre y la parte visible de la vida, por lo tanto, si hay provisión para el mantenimiento de la vida, también lo abra para el cuerpo, en este caso la vestimenta. El afán por la vestimenta no es porque no tengamos con que vestirnos, sino porque queremos más. Mas zapatos, mas camisas, mas chaquetas, mas pantalones. Pero ese afán y ansiedad no es por lo básico sino por la abundancia.
Jesús concluye esta parte con una pregunta retorica ¿no es la vida mas que el alimento, y el cuerpo mas que el vestido? La respuesta es lógica, la vida es más que el alimento, ambas provienen de Dios, pero el alimento sirve para sostener la vida. Dios primero creo al ser humano y le dio aliento de vida (Gen 2-7) y luego Dios le dio alimentos para sustentar su vida. y de la misma forma con el cuerpo, Dios les dio un cuerpo y también les proveyó vestimenta. Y de la misma forma sigue funcionando hoy. Dios ha determinado suplir nuestras necesidades básicas y lo ha cumplido hasta hoy. La sociedad de nuestros días se angustia por cosas que no son las básicas, sino por abundancia, por viajes, por más posiciones, por más estatus, por querer tener más, ganar más, etc. Pero el cristiano debe estar gozoso y en paz al tener alimento, bebida y vestido y siempre dar gracias a Dios por su bondad.
Ts.
Y para entender bien como es la bondad de Dios Jesús nos lleva a observar la naturaleza, primero en el reino animal, al observar a las aves y luego en el reino vegetal, al observar los lirios del campo.
Vrs 26
Posiblemente muchos de los oyentes de este sermón no estaban entendiendo del todo lo que Jesús les estaba enseñando, incluyendo sus discípulos que eran pescadores algunos de ellos. Quizás habían pasado por momentos de ansiedad al estar toda una noche pescando sin tener ningún resultado. Sin embargo, el ejemplo que Jesús les da es un muy claro y fácil de entender. “mirad las aves del cielo” es muy posible que mientras Jesús estaba predicando habían aves volando en el cielo y la intención de Jesús era que miraran las aves. Es curioso que jesus escogiera a las aves como ejemplo, solo como dato; existen mas de 10mil especies de aves en el mundo, mas de 50 millones de aves aproximadamente. Y jessus dice que las aves ni siegan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, Dios kas sustenta todos los días. ¿y aun tienes dudas que Dios no puede suistendatrte a ti? De hechp esa es la pregunta que hace jesus ¿no valéis mas vosotros mucho mas que ellas? La respuesta es por supuesto.
Las aves son criaturas de Dios, los creyentes somos hijos de Dios, nosotros hemos sido adoptados a la familia de Dios gracias a Jesucristo, no hay duda que Dios va a sustentar a sus hijos. Por tanto, una comprensión clara de esta verdad elimina todo tipo de duda de Dios y te llena de plena seguridad de que Dios provee.
Ts.
Luego de mostrarnos que valemos mas que las aves y por tanto nuestra provisión esta más que segura, ahora nos va a confrontar con la incapacidad que tiene en el hombre sobre el futuro.
Vrs 27
La palabra utilizada para “estatura” se puede utilizar también en el sentido de edad o tiempo (de hecho la mayoría concuerda que se refiere a tiempo). Con esta pregunta retorica el Señor busca que el oyente responda con un “no” rotundo, ya que nadie en esta vida puede añadir años a s vida, esto habla de la incapacidad del hombre sobre su futuro, el futuro está en las manos de Dios, por eso no hay que inquietarse ni angustiarte por lo que va a pasar en el futuro, si somos hijos de Dios sabemos que Dios gobierna sobre el tiempo, El es eterno y el tiempo esta en EL.
Ts.
El Señor ahora con otro ejemplo de la naturaleza nos mostrara la seguridad que debemos tener en nuestro Dios y su provisión, aun para el vestido.
Vrs 28-32
El Señor hace referencia a los lirios del campo, como crecen: no trabajan ni hilan. El lirio es una especie de flor domestica que crece espontáneamente, sin necesidad de ningún trabajo por parte del hombre. La lección del Señor es muy clara: los lirios no se inquitan por vestirse como si se inquietan los humanos por vestirse, se afanan por tener la mejor ropa, los mejores zapatos, pueden incluso endeudarse por comprar ropa de marca para aparentar.
La enseñanza de Jesús puede parecer sencilla, pero es profunda, no esta haciendo ver que aun el rey con más lujos de Israel como lo fue Salomón, aun con toda su gloria no se vistió como Dios viste a una simple flor del campo. Así que el mensaje de Cristo es: no poner nuestro esfuerzo por vestirnos con vestidos lujosos, para aparentar poder, gloria y riqueza, confiemos en la provisión del Señor que el suplirá para nuestra vestimenta básica.
El Señor culmina con otra pregunta retorica que exige una respuesta positiva ¿no hará mucho mas a vosotros hombres de poca fe? Notemos que no dice que no tienen fe, sino que dice que tienen “poca” fe. El problema no esta en la ausencia de fe, sino en la insuficiente fe para creer que Dios va a obrar en medio de circunstancias de escasez. Tener poca fe es no confiar en las promesas que tenemos en la Palabra sobre su cuidado y provisión.
Después de los ejemplos de las aves y de los lirios, el creyente no debería tener ninguna duda sobre la provisión del Señor en sustento diario y su vestido. De hecho, la Biblia está llena de pasajes que nos manda a dejar nuestra ansiedad en las manos del Señor, porque es normal que la ansiedad pueda llegar a tu vida, pero dejarla en el Señor.
1 de Pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre el, porque el tiene cuidado de vosotros.
Filipenses 4:6-7 lo contrario a la ansiedad es la Paz, esa paz que viene de Dios. En medio de la dificultad Dios está con nosotros y promete darnos paz. ¿haz experimentado esa paz?
Vrs 32
Los gentiles hace referencia a personas que no han conocido al Señor, personas que confían en sus propias fuerzas, en sus trabajos, en sus salarios , en sus habilidades, ellos no tienen la esperanza eterna, n tienen la visión celestial. Su esperanza está aquí en la tierra, su enfoque es buscar la felicidad en las cosas de este mundo. Y buscan con afán todas estas cosas, la gente vive afanada por las cosas materiales y terrenales. Pero el creyente tiene un Padre que sabe que necesita estas cosas. Es importante recalcar que el Señor promete suplir “estas cosas” alimento, bebida y vestido. Nosotros siempre nos afanamos por mas de lo necesario, pero debemos obedecer a lo que dice Pablo en 1 Tim 6:7-8 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.
¿podemos estar contento solo con sustento y abrigo?
Ts.
Esto nos lleva a nuestra última sección.
- La prioridad del creyente.
¿Cuál debe ser la ocupación del creyente si no ha de inquietarse por el futuro?
Vrs 33-34
El Señor nos estuvo hablando en no afanarse, pero si alguno quiere afanarse le indica el único afán valido que consiste en preocuparse por una correcta relación con el Padre. La idea de “buscar” significa un trabajo con diligencia, con afán y con intensidad, lo que equivale a hacer de algo la razón y el objetivo de tu vida.
No tiene sentido afanarse por lo menos importante, pero es digno afanarse por lo mejor. El Señor dice “busca primeramente” en sentido de principalmente, sobre cualquier otra cosa, prioriza el reino de Dios y su justicia. La prioridad principal en el creyente es conocer mas y mas a Dios y hacer su voluntad. Buscar a Dios implica una acción constante, no una sola vez, no solo cuando necesitamos ayuda, no solo cuando estamos en escasez, buscar primeramente a Dios es entregar mi vida a El, es vivir para El, lo de este mundo ya no es mi prioridad. Ahora el afán de tu vida debe ser servir al Señor con todo tu corazón.
Jesús te invita a vivir así y te da la seguridad de que Dios proveerá todas estas cosas. ¿Cuáles cosas? Las que vimos anteriormente.
Y es que le creyente a medida que va conociendo mas al Señor va dejando de poner su mirada en la tierra, y se enfoca en lo celestial y en lo eterno.
Conclusión
La conclusión de este sermón debe llevarnos a reflexionar en varias cosas.
- ¿sirvo a Dios o a este mundo?
- ¿confío plenamente en Dios y su provisión?
- ¿estoy buscando primeramente el reino de Dios?