Introducción
Nunca se sabe cuánto hemos avanzado en la fe, hasta que la fe no es puesta a prueba. La fe verdadera siempre será probada y es a través de las pruebas que Dios saca lo que está más al fondo de nuestros corazones y donde, a la vez, se hace evidente de qué estamos hechos.
Como una bolsita de té, que solo sabes su sabor y color cuando cae sobre ella el agua caliente. Así también, cuando la fe del cristiano es probada, es cuando sabemos qué tipo de cristiano somos.
Interesante lo que dice el verso 7, de este capítulo: «Y apareció Jehová a Abram y le dijo». Dios mismo se hizo presente ante Abram para darle seguridad de lo que sería el plan para su vida. de forma muy clara Dios le dijo a Abram: «A tu descendencia daré esta tierra».
Dios fue claro, esta tierra es tuya y de tu descendencia. Dios se hizo presente para darle confianza de que Él estaría con Abram bajo cualquier circunstancia.
Pero, como es en la vida de fe, vino el tiempo de la prueba.
Vs 10.
La prueba.
«Hubo entonces hambre en la tierra».
¿Cómo puede ser que Dios permita que su hijo pase hambre? ¿Cómo puede ser que la tierra no de su fruto si Dios está bajo control? ¿Por qué Dios permite que sus hijos pasen momentos de aflicción?
Creo yo para ver de qué estamos hechos; cuál es nuestra actitud frente a la necesidad.
- En la tierra de Canaán los tiempos de hambre eran frecuentes ( 12: 10; 26: 1; 41: 56) Esta tierra dependía de la lluvia esencialmente, de allí que, en su escasez, se generaban malas cosechas y en consecuencia hambre. No así en Egipto que tuvo el río Nilo como su fuente para los cultivos y demás.
- Siempre los silencios de Dios han sido una prueba dura aún para los creyentes más grandes. Cuando las cosas andan mal y no cambian pese a nuestros ruegos, nos cuesta mantenernos firmes en la fe.
- Pienso en el pueblo de Israel cuando Dios lo sacó de Egipto. Cada vez que a estos les faltaba algo, ellos reclamaban en lugar de rogar o esperar que viniera de Dios la provisión.
- Pienso que la clave en circunstancia como estas es permanecer, no abandonar, recordar las promesas y el poder de Dios y no moverse de ese punto, porque Dios ha de responder.
- Abram estaba bajo promesa y protección de Dios, no hubo necesidad de moverse solo de confiar y de esperar. Dios se le había aparecido, entonces ¿Por qué no esperar a Dios que le dijera el siguiente paso? ¿Y si Dios no dijo muévete, porque se movió? Amados, aunque hubiese tenido que hacer un milagro, lo hubiese hecho por no fallar a su palabra.
- La fe se prueba, de caso contrario ¿cómo creceríamos? Sin la prueba, seríamos siempre considerados hombres de poca fe.
La reacción de Abram.
- Mirando las circunstancias, Abram sale de la tierra y desciende a Egipto. 10.
- Era grande el hambre.
- Esta no fue una condición cotidiana sino extrema.
- Abram, seguramente pensó: ¿Acaso no es nuestro deber sustentar a los nuestros? ¿Acaso me debo quedar quieto aquí hasta que muramos de hambre?
- Seguramente fueron los pensamientos de Abram, lo cual le hizo tomar una mala decisión.
- ¿Cómo sabemos que fue una mala decisión, si al final igual fue prosperado? Vs 16.
- Era grande el hambre.
- Dudó de la protección de Dios. 11 – 13.
- Dios le había dicho que de él haría una gran nación, pero al ir a Egipto esas palabras perdieron para Abram peso.
- Abram sabía dónde se estaba metiendo. De hecho conocía muy bien como pensaban los egipcios respecto de las mujeres de los extranjeros.
- Los egipcios eran descendientes de Cam, lo cual anticipa lo que era un trasfondo de inmoralidad.
- Sarai a esta altura ya tenía 65 años. Pero recordemos que ella vivió hasta los 127 años, por lo tanto estaba a la mitad de su vida, lo cual le haría, en la actualidad, una mujer de unos 35 años.
- Hizo que su esposa fuera cómplice de una mentira.
- Era verdad que ellos eran medios hermanos.
- Pero la figura legal de ellos no era esa, sino marido y mujer.
- ¿Qué vemos en esto? Un hombre que está usando sus recursos humanos para salir adelante en lugar de descansar en su fe.
- Definitivamente Abram para sobrevivir en medio de esta ciudad se veía obligado a mentir.
- Nótese las expresiones: «para que me vaya bien… y viva mi alma» Abram estaba concentrado en guardar su vida pero ¿Qué de la integridad de su esposa?
- Por otro lado Abram dice: «para que viva mi alma por causa de ti» se ve la dependencia en otros pero no en Dios.
- Expuso a su esposa. 14 – 16.
- Pasó tal cual como Abram lo predijo. Si Abram sabía lo que iba a pasar ¿Por qué se arriesgó? Por falta de fe.
- Arriesgó a su esposa a una infidelidad o al abuso sobre ella.
- ¿Le cambió la realidad a Abram? Definitivamente
- Pero no vemos altares a Dios.
- Pero no vemos que Dios le aparece a Abram.
Reflexión: Cambiaron las condiciones económicas de Abram, de hecho escaló muy alto al punto de tener siervos y criadas (quizás Agar vino como parte de este grupo) pero no fueron mejores las condiciones espirituales. Dios sabía que Abram había dudado, que había mentido y que ahora su esposa era parte de Harén de Faraón ¿Acaso era lo que Dios quería para esta pareja? ¿Acaso Dios quería que Sarai estuviera en esta situación? Pienso que no.
- Finalmente fue descubierto y expulsado de Egipto. 17 – 19.
- ¿Cómo supo Faraón que Sarai era la mujer de Abram? El texto no lo dice, pero si dice que «la casa de Faraón fue herida con grandes plagas por causa de Sarai»
- Creo que Faraón pudo ver estas plagas y entender que esto tuvo relación directa con Sarai.
- Interesante que Faraón, al saber que Sarai era casada, la entregó inmediatamente a su esposo. Actuó con rectitud y temor.
- Faraón confronta a Abram con su mentira.
- Faraón expulsa a Abram de sus tierras pero no con represalias, al contrario. los hace acompañar con todo lo que habían prosperado.
¿Por qué Dios lo bendijo? Vs. 20.
- Su promesa es incondicional, por lo tanto Dios guardó la vida de Abram y de su esposa y le proveyó muchas riquezas no por su fe, sino por la fidelidad de Dios a sus promesas.
- Hebreos 13. 5 – 6. Dios dice que a sus hijos no los desamparará ni los dejará, no dice que ese hijo no lo hará, dice que Dios no lo hará.
- Probablemente Dios hubiese hecho lo mismo o más sin sacrificar o pasar por tantas circunstancias fuera de la voluntad y el carácter de Dios.
Conclusión.
No olvidemos que este es el inicio del caminar de Abram con Dios, no el final, aunque es censurable lo que hizo, Dios no ha terminado de trabajar con él. Eso nos debe animar que Dios está dispuesto a trabajar con personas que tienen fe, aunque a veces fracasemos en ella.
Abram llegó a ser conocido como «el Padre de la fe» así que hay esperanza para todo aquel que cree en el Señor, de aprender acerca de lo que es caminar por fe y del esperar en Dios.