A la manera de Dios | Genesis 17 | Pastor Rodrigo Cisternas

Introducción

El plan de Dios, hecho a la forma de Dios, no carecerá de recursos. George Müller usaba esta frase para destacar que cuando las cosas se hacen a la forma de Dios, podemos estar seguros que será él mismo que proveerá todo lo que sea necesario para que sus planes se cumplan.

En el pasaje anterior vimos a Abram y Sarai queriendo vivir el plan de Dios, pero a la manera de los hombres, se proveyeron a sí mismos, se provocaron una pseudo respuesta Divina. Esta nunca fue la respuesta de Dios, tampoco fue la voluntad de Dios, solo fue el impulso humano de que las cosas se movieran más rápido de lo que Dios las estaba moviendo.

Ahora, creo yo, como un contraste de realidades, aparece Dios, una vez más, con su plan; plan que traía finalmente los mismos elementos que lo que Abram y Sarai se habían provisto, pero lo que ellos ignoraban es que, en el plan de Dios existe un cuándo, un cómo y un con quien muy distinto de lo que ellos pensaban.

El cuándo de Dios. Vs 1 – 8.

Vs 1.

«Era Abram de edad de 99 años». Comparándolo con Génesis 16: 16, podemos saber que pasaron trece años más antes de que Dios le volviera hablar de su plan.

Amados, Dios ha pensado en el tiempo, porque él no ignora nada, por eso, cuando estamos sosteniendo una oración, no hagamos cambios, no nos movamos de nuestro lugar, porque aunque sabemos que Dios responde, no sabemos cuánto tiempo se tomará.

Aprendemos algo en esta historia al ver el tiempo que Dios se toma; un par de lecciones: primero que no es cuando yo quiera sino cuando Él quiera. Y lo segundo, que mi imprudencia, mis desesperos, no apuran los planes que Dios tiene para mí. 

«Yo soy el Dios Todopoderoso». El Shaddai. Este es uno de los nombres compuestos de Dios, que enfatiza poder infinito, capacidad de proveer y su naturaleza de refugio; es el Dios que controla la naturaleza de modo que hace su voluntad haciendo que se doblegue y sirva su propósito de gracia y salvación.

Dios revela uno de sus atributos, su Omnipotencia ¿Por qué fue importante para Dios revelar este atributo en este momento?

Dos verdades: Primero. El atributo sirve como garantía de todo lo que Dios va a presentar en esta hora a Abram. Si algo te suena imposible, debes considerar quien es el que lo promete, el Dios que tiene dominio absoluto sobre toda naturaleza. Segundo. Como un recordatorio a la fidelidad que Abram debía confesar a Dios, sabiendo que, no importando el tiempo o las circunstancias, si Dios dijo algo; él tiene todo poder para cumplirlo.

(Abram trece años atrás ignoró este atributo de Dios, por lo tanto, faltando al principio matrimonial, aceptó en su vida a otra mujer cuando debió mantenerse firme en que Dios hará, a pesar de su edad y la condición de su esposa). Pero ahora Dios quiere que Abram afirme su convicción de vivir una vida agradable a los ojos de Dios.

«Anda delante de mí y sé perfecto». Dios llama a Abram, y de forma muy directa, le muestra cuál debe ser el estándar de aquellos que se acercan a Él.

«Anda delante de mí». Se refiere a un andar consciente de la presencia del Señor y deseoso de su aprobación. No es un andar “detrás del Señor” como si se quisiere evitar su observación por estar consciente de pecados conocidos y de fracasos personales, como si no se deseara su consejo y aprobación (Génesis, Carballosa, pág. 286)

«y sé perfecto». No habla de completa perfección moral. El vocablo hebreo implica el sentido de “completo”, “maduro”, “correcto”, “saludable”, que no le falte ninguna característica necesaria para una vida piadosa o intachable. (Génesis, Carballosa, pág. 286)

A Dios le agradan los hijos que andan delante de él, que no se andan escondiendo de su presencia por querer hacer cosas que saben que Dios no las aprueba; a Dios le agradan los hijos que cuidan su testimonio, que por amor al Señor quieren tener vidas intachables.

Vs. 2.

Si Abram de verdad quería vivir en Dios, con Dios, y para Dios, Dios tenía planes extraordinarios para con él.

Vs 3.

Abram toma posición de súbdito, se pone atento a las indicaciones de Dios, demostrando toda su disposición. Como todo creyente verdadero, las palabras de Dios resonaron en Abram llevándole a la inmediata rendición.

Vs 4.

Una vez más Dios le recuerda su deseo de que Abram sea padre de muchedumbre.

Esto fue algo que Dios ha dicho en varias ocasiones. Eje. Gn. 15: 4 – 5.

Es valioso pensar aquí, que, a pesar de los errores cometidos por Abram y Sarai en el pasado, Dios, incondicionalmente, sigue pensando en esta pareja para llevar adelante su voluntad.

Vs 5.

Dios le da otra muestra de lo cierto que son sus promesas. Lo hace ahora cambiándole el nombre a Abram a Abraham.

Abram significa: Padre exaltado.

Abraham significa: Padre de multitudes.

El texto mismo dice: «te he puesto como padre de muchedumbre de gentes».

Vs 6 – 8.

Dios le recuerda que su promesa de darle descendencia y de darle esta tierra (la tierra de Canaán) es una promesa perpetua. El uso del vocablo «perpetuo» es ciertamente interesante. El término “perpetuo” (Olám) en algunas ocasiones se traduce “eternidad”, pero otras veces parece referirse a “todo el tiempo a través del cual ciertas condiciones persisten”. Hay una cosa que se destaca aquí: el cumplimiento del pacto es seguro. Asimismo, el pacto es incondicional, por lo tanto, si la tierra de Canaán es una “posesión perpetua” (17:8), entonces está bien claro que ninguna acción que Abraham o sus descendientes emprendan podrá separarlos permanentemente de la tierra. Dios cumplirá su promesa sin ninguna clase de duda (Génesis, Carballosa, pág. 289).

TS: Dios, en toda esta conversación con Abraham, no dejará caer el cuándo, será un elemento mantendrá en esta conversación, haciendo énfasis a sus tiempos; pero ahora agrega al cuándo, el cómo.

Dentro de su promesa Dios exige una señal que a la vez demuestre una respuesta de fe. Dios se ha comprometido a perpetuidad con Abraham y su descendencia, a cambio Dios pide que Abraham y su descendencia hagan un acto que simbolice que ellos entran por la fe a este pacto con Dios.

Este acto representa que tanto ellos como su descendencia guardarán por la fe una relación personal con Dios. Este acto era la circuncisión.

Vs 9 – 14.

Este es el Cómo de Dios.

Vs 9.

«En cuanto a ti». Interesante observar que todos los versículos anteriores hablaron acerca de lo que Dios se comprometía (vs 4, literal; en cuanto a mí) Ahora la expresión que se usa es “En cuanto a ti”, lo que traspasa a Abram la responsabilidad de velar porque esta parte se cumpla, tanto en él como en los suyos.

Vs 10 – 14.

Aquí está delineado el cómo Abram debía observar la circuncisión.

  • En los recién nacidos, debía ser a los ocho días de nacidos.
  • Debía ser hecho a todos los varones sin excepción.
  • Y el varón que no lo hiciera debía ser cortado del pueblo.

“Que un varón rehusara someterse a la circuncisión era considerado como evidencia de un rechazo a seguir la Palabra de Dios. su rebelión, como producto de la incredulidad, resultaba en el hecho de ser cortado de la comunidad de Israel” (Génesis, Carballosa, pág. 293)

¿Qué simbolizaba este acto delante de Dios?

La circuncisión era un acto de fe en Jehová Dios, pues la circuncisión por sí sola no produce justicia. La justicia solo proviene de Dios sobre todo aquel que cree como creyó Abraham. también es interesante que la circuncisión era cuando ellos eran pequeños, por lo tanto, la fe en Jehová no vendría inmediatamente por la circuncisión, pero la circuncisión les mostraría al crecer que Dios los ha considerado para ser parte del pacto con él, y ahí el individuo podría poner su fe en Dios.

También está claro que el pacto estaba abierto a los gentiles (Gn. 17: 12 – 13), aunque ellos tenían que hacerse parte de la comunidad de Israel (Éx. 12: 44 – 45).

¿Cómo ve Dios este acto?

Romanos 4: 7 – 12.

La circuncisión no justifica, sino la fe en Cristo. La circuncisión fue dada como una señal, como sello de la justicia que tuvo estando incircunciso.

¿Es necesaria la circuncisión?

Romanos 2: 28 – 29. Los judíos, que son los que lo practican deberían tener considerado que el acto en sí mismo no significa nada si sus corazones no se rinden por fe al Señor. A Dios el acto externo no le sirve de nada si en sus corazones ellos no se rinden a Dios.

El punto es que la circuncisión externa no es la que agrada a Dios, sino la que es del corazón, en espíritu no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios. Romanos 2: 29.

  1. TS. Ahora veamos:

El con quien de Dios. Vs 15 – 22.

Dentro del plan de Dios no solo estaba el cuándo (el tiempo) el cómo (la forma en que él quería que este pacto se externara) también incluyó el con quien, lo cual habla de las personas con las cuáles Dios pensaba perpetuar su pacto.

En la mente de Abram solo estaba Ismael, que era su hijo adolescente, y por implicación Agar, quien fuera su madre. Sin embargo, en el plan de Dios estas no serían las personas con las cuáles él haría su trato.

No se trata de lo que yo veo sino de lo que Dios ve. A Samuel Dios le dijo: «No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón». 1 Samuel 16: 7.

Dios no va a tratar siempre con quienes los hombres vean o tengan una buena opinión; Dios conoce el corazón de cada persona y es desde allí que Dios tratará con cada uno de nosotros.

Vs 15 – 16.

Entra en escena Sarai.

«Te daré de ella hijo; sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella».

Vs 17 – 18.

Para Abram esto fue una revelación por decir lo menos sorpresiva. Sus acciones demuestran su sorpresa.

Se rio pensando en su corazón ¿un hombre de cien años ha de tener un hijo? ¿Y Sara, ya de 90 ha de concebir?

Lo que nos muestra el pasaje es que para esa época esto era impensado; ya las posibilidades de ser padres para este par de ancianos eran imposibles. Abraham apoyándose en sus capacidades olvidaba que era el Todopoderoso que hablaba con él.

Se enfocó en Ismael. «Ojalá Ismael viva delante de ti». Las expectativas de Abram estaban puestas sobre Ismael. Él esperaba que Ismael decidiera vivir para Dios y así Dios podría perpetuar su pacto en Ismael.

Vs 19.

Dios responde a los pensamientos e inquietudes de Abraham.

Aparece en escena otro personaje que aún ni siquiera nacía Isaac. Dios manifiesta claramente que su pacto sería con un hijo de Abraham con Sara y que aquel hijo se llamará Isaac, que significa risa, aludiendo a la primera reacción que tuvo Abraham cuando escucho la noticia.

Vs 20 – 21.

Dios también le habla de Ismael, pero ratifica que no será con él que hará su pacto, sino con Isaac y su descendencia. Este es el hijo de la promesa. Ismael fue el hijo de la voluntad de la carne, de la voluntad humana; pero Isaac siempre fue el hijo que Dios tuvo en su mente como parte de la descendencia de Abraham.

«El año que viene». Aún faltaba un poco de tiempo. ¿Por qué Dios toma tanto tiempo para este nacimiento?; ¿Por qué Dios lo hace en el tiempo de debilidad y no de fortaleza de esta pareja? ¿Por qué Dios usa a personas débiles?;¿Por qué Dios usa lo insensato del mundo para avergonzar a lo sabio?; ¿Por qué cuando soy débil entonces soy fuerte?

Simple, Porque de esta forma Dios recibe mayor gloria y eso lo vale todo. Si nuestras debilidades permiten ver lo fuerte que es Dios en nosotros, eso trae mayor gloria a su nombre. Por lo tanto, ser débil no es necesariamente malo, puede ser la mejor forma de llevar la gloria a Dios.

Vs 22. «Y acabo de hablar con él, subió Dios de estar con Abraham».

¿Creyó Abraham a las palabras de Dios? Lo último en este relato que escuchamos de Abram es que se rió y que pidió que Ismael viva delante de Dios. ¿Habrá creído en esto que dijo Dios de Sara y de Isaac?

La respuesta salta a la vista en el resto del capítulo.

Vs 23 – 27.

¿Qué es la fe, sino obedecer a Dios en todo lo que él nos pida?

Amados la fe sin obras es muerta y la fe que Abraham demuestra aquí está más viva que nunca.

Aunque Abraham no entiende todo, eso no lo detiene para hacer lo que sí entendió. Aplica inmediatamente manos a la obra y cumple con la parte que Dios pide de él.

Ahora solo queda esperar en Dios que se cumplan los tiempos, ahora la promesa se siente más cerca que nunca.

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