Introducción
El Señor Jesús ha pasado de un llamado a una advertencia. En el pasaje anterior, el Señor llamó a sus oyentes a entrar por la puerta estrecha, lo que nos lleva tres verdades: 1) existen solamente dos caminos en que uno puede caminar; uno conduce a la vida y el otro a la perdición. 2) Todos los hombres deben escoger uno de los dos caminos. No hay ni la más mínima insinuación en el NT de un tercer camino, o de la posibilidad de la neutralidad. 3) El camino que conduce a la vida es más difícil, y son pocos los que lo escogen; por otro lado, el camino espacioso es más fácil y atrae a la mayoría de las personas. (Comentario Bíblico Mundo Hispano, tomo 14; Mateo).
Ahora el Señor Jesús pasa de hacer un llamado a dar una advertencia: “Cuídense de los falsos profetas”. Esto nos hace ver claramente que este camino angosto, se hace difícil, no solo porque es contra corriente o impopular al resto que anda por el camino ancho, sino también porque en él existen peligros. (Juan Bunyan de aquí sacó su libro “El Progreso del Peregrino”).
Para los verdaderos creyentes, los que por la gracia del Señor han entrado por la puerta estrecha y transitan a la vez por el camino angosto, existen amenazas, personas que podrían engañarte en el camino.
Quiero aclarar que estas personas no son del camino angosto, solo están simulando andar a tu lado, pero sus pasos son firmes por el camino ancho.
En su advertencia, el Señor Jesús hablará de:
- El peligroso que representan estos falsos profetas.
- El cómo identificar a estos falsos profetas.
- El destino de estos falsos profetas.
- La reiteración de su advertencia.
El peligro que representan los falsos profetas. Vs 15.
El Señor comienza este tema con una advertencia directa.
«Guardaos». Este es un llamado directo a tener cuidado a protegerse, a cuidarse a sí mismo.
¿Qué es un falso profeta?
Es un personaje que procura imitar una identidad espiritual con el fin de ganarse la confianza de los creyentes con el fin de sacarles provecho en aquellas cosas que él ama (fama, faldas, fortuna) o todo lo que le traiga algún tipo de beneficio.
Jesús nos hace ver cómo es su actuar.
«Vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces».
Tienen un disfraz, se ocultan bajo la piel de una oveja ¿Qué significa? Buscan representan en lo superficial ser un verdadero creyente.
2 corintios 11: 13 – 15. Se disfrazan como ángel de luz. Personas imponentes, de mensaje poderoso, que vienen directamente de Dios.
Judas 1: 4. Entran encubiertamente, disfrazados, con atuendo para pasar desapercibidos.
Su propósito es ser aceptados por el resto de las ovejas, que crean que son personas espirituales, que crean que son verdaderos cristianos.
«Pero» Jesús marca un pero, los PEROS son importantes, marcan cambio de escenario. Parecen muy aceptables, parecen que tienen las palabras de Dios, suenan muy piadosos, PERO. ¿Qué dice el versículo?
«por dentro son lobos rapaces». Lo que hay en este tipo de personaje, bajo de aquella piel de oveja, superficial, es un lobo rapaz.
La palabra rapaz en este pasaje significa tomar por la fuerza, apoderarse de; quitar; arrebatar; llevarse.
El Apóstol Pablo hizo uso de esta misma expresión cuando encomendó a los pastores en su despedida rumbo a Jerusalén. Hechos 20: 28 – 30.
- TS. La pregunta que nos queda después de entender la advertencia es: ¿Y cómo puedo identificar si aquella persona que se me está acercando con fines espirituales es un verdadero creyente o un falso profeta? En los siguientes pasajes, el Señor Jesús nos explica el:
Como identificar a estos falsos profetas. Vs 16 – 18.
«Por sus frutos los conoceréis» aquí el Señor llama a sus seguidores a poner atención al carácter del individuo, no solo a las obras que muestra sino a un carácter verdaderamente cristiano.
Recuerde que Jesús lo dejó ver unos pasajes antes. Sería una persona con ojo bueno, sin doblez de vista, sin dobles intenciones.
En este caso el falso profeta, cuando le hablan de sacrificar no le interesa; cuando le hablan de santidad no es su tema; cuando lo confrontan con sus actos le molesta y cosas similares.
Acompáñeme a un par de pasajes que describen a este tipo de personas:
2 Timoteo 3: 1 – 5.
Judas 1: 12 – 16.
Vidas desordenadas, vidas licenciosas, vidas privadas vergonzosas, pero que, cuando están del culto, se muestran espirituales.
El Señor Jesús, con preguntas retóricas, nos hace entender que la naturaleza misma de las cosas obliga al resultado final.
Vs 16. Los espinos no dan uvas ni los abrojos (que son plantas espinosas que dañan los sembrados) dan higos.
Vs 17. El buen árbol no lo es por su apariencia sino por su fruto.
Mateo 21: 18 – 19. Esta higuera tuvo buena apariencia (hojas) pero no tenía fruto. Interesante que aquí el no dar fruto fue el mal fruto.
Vs. 18.
«No puede». La naturaleza obliga. En el poco andar de cada individuo se sabrá de qué estamos hecho. Como el cuerpo de aquel egipcio que mató José, así, al poco soplar el viento, al poco pasar del tiempo, nuestras obras quedan al descubierto.
- TS. ¿Cuál es el destino de aquellos falsos profetas? El Señor Jesús nos habla de esto en el siguiente versículo.
El destino de los falsos profetas. Vs 19.
«Es cortado y echado en el fuego» estos símbolos extraídos del campo son inequívocos a la hora de la explicación.
«Cortado», desarraigado de en medio de los árboles, sacado de en medio. Un día, al ser identificados, estas personas no tienen arte ni parte en medio del pueblo de Dios.
«Echado en el fuego». Si las personas no se arrepienten de su pecado, en este caso de esta vida falsa que llevan, de malas motivaciones, su destino final será la condenación eterna.
Algo similar a lo que Jesús dijo en Juan 15: 5 – 6.
Conclusión.
Vs 20.
«Así que, por sus frutos los conoceréis».
Amados hermanos, en la reiteración de este principio se haya un llamado a estar atentos. En este camino angosto debemos estar alertas porque pueden aparecer en nuestro camino personas que aparentan una vida cristiana “ejemplar”, personas con carácter de líder, atrayente, envolvente, influyente.
Pero si comenzamos a ver rasgos de un carácter no sumiso a lo que nos enseñan las Escrituras, un rechazo a la autoridad que Dios dejó en su iglesia, una actitud libertina o licenciosa, un amor hacia las cosas materiales o un desapego de la búsqueda de la santidad, entonces debemos reaccionar y romper filas con este tipo de personajes; sin duda, con este tipo de conductas, podríamos estar en presencia no de una oveja, sino de un lobo rapaz.