Una Iglesia Bíblica 2da parte | Pastor Rodrigo Cisternas

Introducción

Hoy iniciamos nuestro mes de la iglesia. Septiembre fue el mes donde esta iglesia se fundó.

Hace 34 años Dios comenzó una obra de gracia en esta iglesia y todos nosotros hemos llegado a gustar de la gracia que Dios ha derramado en esta iglesia.

Dios nos ha bendecido junto a mi esposa con haber visto 26 de estos 34 años; y a más pensamos en la historia de esta iglesia, más nos maravilla su gracia.

Este mes, como es ya nuestra costumbre, predicaremos acerca de lo que la Biblia enseña acerca de la iglesia. Hoy el tema se trata de las características de una Iglesia Bíblica.

El Nuevo Testamento presenta cuatro características que determinan que una Iglesia sea Bíblica. ¿Qué importancia tiene que una Iglesia sea Bíblica? Simple; Una iglesia cuando es bíblica agrada a Dios y está en el centro de la voluntad de Dios, lo cual hace de ella un lugar seguro para el desarrollo de nuestra fe en Cristo Jesús.

TS: ¿Cuáles son estas cuatro características?

  1. Cada iglesia local, una iglesia independiente.
  2. Solo miembros convertidos.
  3. Miembros completamente dedicados.
  4. Una iglesia que crece.
  5. TS. Veamos la primera de estas características:
  6. Cada iglesia local, una iglesia independiente.

Cada iglesia debe ser independiente o autónoma, esto significa que no esté bajo el gobierno de otra iglesia o jerarquía eclesiástica. (Una excepción temporal en este punto puede ser el caso de una iglesia hija o misión que está siendo fundada)

Las cartas del Nuevo Testamento están dirigidas a iglesias locales o a los pastores oficiales de cada iglesia local, y están redactadas en términos que no dejan lugar a dudas que aquellas iglesias eran independientes de cualquier organización o autoridad central.

Apocalipsis 2.1.

Los siete mensajes a las siete iglesias en Apocalipsis son una evidencia bíblica.

El Señor tenía un trato en particular con cada iglesia local mencionada y trató sus temas con cada una de ellas.

Hechos 13. 1 – 2.

La mayoría de los apóstoles estaban establecidos en la iglesia en Jerusalén; pero aquí vemos un ejemplo de cómo el Espíritu Santo se dirigió directamente a la iglesia de Antioquía, y no a través de la iglesia en Jerusalén.

Antioquía es considerada una iglesia independiente; que estaba siendo guiada por el Espíritu Santo a dar pasos de fe al señalar a Pablo y Bernabé para la obra misionera.

La importancia de que la iglesia sea directamente responsable ante Cristo se confirma por la forma en que se utiliza la palabra griega “eklessía”, que significa “llamado o convocado fuera, o reunido” para formar una asamblea.

La palabra eklessía se encuentra 114 veces en el Nuevo Testamento y NUNCA se utiliza para describir una iglesia “nacional” o cualquier otro “grupo” de iglesias.

La palabra eklessía se utiliza para describir una comunidad local e individual de cristianos que se reúnen en un cierto pueblo o lugar.

Colosenses 4. 15. «Los hermanos que están en Laodicea y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa».

Romanos 16. 5a. «Saludad también a la iglesia de su casa» (Aquí hablando de Priscila y Aquila)

El otro aspecto de esta palabra eklessía se utiliza para señalar a la iglesia universal La iglesia universal son todos los que han creído en Cristo Jesús, desde el día de pentecostés hasta el rapto de la iglesia. Este grupo son los creyentes en Cristo alrededor del mundo.

Hoy en día tratamos el concepto iglesia de mala forma, las personas a veces se refieren a todos los cristianos en un país en concreto como “la iglesia allí”. La Biblia nunca hace esto, y si hace referencia a los cristianos que se han expandido sobre una región, habla de “las iglesias”, en plural. Hay treinta y cinco de esas referencias.

Un ejemplo 1 corintios 14. 34. «las congregaciones».

Otro ejemplo 1 corintios 16: 1. «En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia».

            Cuando hablamos de la iglesia en términos universales nos referimos al cuerpo de Cristo. Pero cuando hablamos de la iglesia en términos locales, hablamos de las iglesias, haciendo la distinción entre ellas.

El carácter de la iglesia local debe ser autónomo pero no apático respecto a la comunión con otras iglesias o a la colaboración entre iglesias de sana doctrina.

Debemos como iglesias independientes aprender a ser dependientes del Señor. Él Señor debe estar por sobre cualquier grupo y organización. Él es quien debe ir por delante, y es a él a quien debemos seguir por sobre cualquier organización.

  1. TS. Segunda característica.
  2. Solo miembros convertidos.

El segundo principio que determina el carácter de una iglesia bíblica es que dentro de membresía solo admite a aquellos que tienen una profesión de fe creíble.

Este principio era obvio en las páginas del Nuevo Testamento.

Hechos 2. 41. «Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas».

Así se formó la lista de miembros de la primera iglesia, con participantes evidentemente transformados por el Señor. Eran salvos y abiertamente dieron testimonio de su fe. Pero sus siguientes pasos respaldaron lo que podría haber sido una decisión emocional o colectiva. Hechos 2: 42 – 47.

Jesús dijo: «Por sus frutos los conoceréis» y aquí los frutos decían claramente que estas vidas habían sido impactadas con la palabra de Dios y transformadas por el Espíritu Santo.

Note la descripción de los creyentes en las epístolas.

1 Corintios 1. 2, dice: «a la iglesia que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro»:

La salutación de la iglesia de Colosas no nos deja duda que esta era la mentalidad.

Colosenses 1. 2, dice: «a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo».

¿Esto nos libra que de vez en cuando se cuele un lobo vestido de oveja?

Por supuesto que no. En la Biblia hay varios ejemplos.

Judas 1: 4: «Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Señor, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo». 

Tito 3: 10: «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio».

1 Corintios 5: 4 – 5. «En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús».

Pero nótese que en este tipo de casos, la obligación cristiana es denunciar lo falso, desechar lo problemático y expulsar al que tiene una conducta perversa. Si alguien que dice haber creído sigue viviendo como el mundo le enseñó y no quiere separarse de aquellas prácticas, entonces le pasó lo del proverbio: «El perro vuelve a su vómito y la puerca a revocarse en el cieno». Solo fue emoción pero no verdadera convicción.

La salvación es un cambio interno que genera cambios externos y esto es una realidad que llega hasta los rincones más oscuros de nuestro ser.

¿Recuerda el caso de Simón el mago? Hechos 8: 9 – 23. Dice el texto que creyó, pero Pedro lo deja claro que este hombre estaba en prisión de maldad. El creer puede ser una experiencia superficial, depende de la intención del corazón de cada individuo.

Ojo bueno u ojo malo, eso hace la diferencia y el tiempo lo deja en evidencia.

Algunos mirando la parábola del trigo y la cizaña de Mateo 13. 24 – 30, han aceptado la idea que la iglesia debe ser un grupo “mixto” de creyentes e incrédulos; pero el pasaje dice que «el campo es el mundo» no la iglesia (Mateo 13: 38). Lo que enseña esta parábola es que ambos grupos estarán sobre el mundo, creyentes verdaderos y creyentes falsos, pero un día, cuando el Señor venga, sacará lo suyo, el trigo y lo demás simplemente se echará al fuego.

1 Pedro 2. 5. Dice que somos piedras vivas, hombres y mujeres que tienen vida eterna, que han sido salvados por Cristo y que su vida es abundante, es nueva, de donde fluyen ríos de agua vida.

¿A que tipo de iglesia debe unirse el hombre que ha nacido de nuevo?

A una que esté compuesta de personas evidentemente salvas. Y en una iglesia bíblica solo este tipo de creyentes debería ser participante de la membresía de una iglesia.

  1. TS. Tercera característica.
  • Miembros completamente dedicados.

El tercer principio que debería determinar el carácter de una iglesia bíblica es que los miembros deben ser enteramente dedicados a la comunión y servicio cristianos.

Hermanos en un mismo sentir, unidos en la doctrina, que están continuamente aprendiendo de la Palabra, que trabajan celosamente en la obra del Señor, y que están buscando crecer tanto en el amor a Dios como en el amor los unos por los otros.

Amados. En el pensamiento de Dios, las iglesias nunca fueron diseñadas para estar compuestas por un púlpito y una audiencia, sino para ser un cuerpo vivo, activo; con miembros que se involucran en el ministerio.

El libro de los Hechos nos da muestra clara de que éste era el espíritu de la iglesia.

Hechos 2: 44 – 47.

Hechos 4: 32 – 33.

Hechos 5: 41 – 42.

En Romanos 12. 1. El Apóstol Pablo dice: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional».

Este pasaje pone el estándar básico de la conducta de los miembros de una iglesia. «presentar vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional».

Esto habla de vidas comprometidas por convicción no por una emoción superficial o colectiva, sino por el amor y la gratitud que se genera en nosotros por las distintas demostraciones de la misericordia de Dios para con nuestras vidas.

Colosenses 2. 5. «Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo».

En este pasaje, la palabra orden significa “arreglo”, y hace énfasis en la estructura de los distintos rangos en un ejército cuando marchan y la jerarquía de sus oficiales.

Las palabras “orden y firmeza” eran voces militares y describen la actitud de los colosenses, quienes, al ser atacados por el enemigo, habían cerrado filas, demostrando la formación ordenada y la madurez de una tropa muy bien preparada y disciplinada. (Doctor Carballosa, Colosenses, Orientación para un estudio exegético y práctico, pág.76)

La iglesia en Colosas estaba bien organizada; cada miembro ocupaba un lugar específico, una posición dentro de los ministerios de la iglesia.

La iglesia en Colosas estaba comprometida y esforzándose por servir al Señor. Cada uno alineándose con sus dones y ejerciéndolos con el fin de edificar a los demás.

Esta es la mentalidad que el Señor por medio de su Espíritu coloca en su iglesia.

1 Corintios 12. 13 – 27.

  • Somos un cuerpo.
  • Los miembros que menos se ven llegan a ser los más importantes.
  • Todos los miembros son importantes para que el cuerpo funcione.
  • No hay miembros que no se necesitan; todos son necesarios.
  • Unos apoyan a otros, unos animan a otros, entre todos servimos al Señor.
  1. TS. Cuarta y última característica. Una iglesia bíblica es:
  2. Una iglesia que crece.

Siempre me ha causado gracia cuando se escucha en una iglesia: «Hermanos, somos pocos, pero buenos. Me hace pensar: si somos buenos porqué somos tan pocos».

El cuarto fundamento acerca de una iglesia bíblica tiene que ver con el crecimiento que experimentan aquellos que viven en obediencia a sus mandatos y a la gran comisión. Mateo 28. 19 – 20.

Si vemos en el libro de los Hechos, la iglesia siempre estaba creciendo, extendiéndose, avanzando, a pesar de ser perseguida, la iglesia no se detenía en el cumplimiento de su llamado y Dios agregaba a ellos los que había de ser salvos.

Un simple ejemplo:

Hechos 28: 30 – 31. «Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento».

¿Qué vemos en este pasaje? Como el evangelio sigue avanzando a pesar de la persecución, a pesar de la opresión.

Lucas se encarga de que Teófilo y sus lectores nunca pierdan de vista que la iglesia siempre está creciendo, siempre avanza. El evangelio no se detiene, por lo tanto la iglesia tampoco debe hacerlo.

El evangelio porta en su semilla el poder de Dios que lleva a un crecimiento inevitable. Recuerde lo que dijo el Señor Jesús.

Mateo 13: 31 – 33. «Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado».

Ahora; no siempre y no toda iglesia crecerá de la misma forma (hay terrenos más fértiles que otros).

1 corintios 3: 6 – 7, Pablo quien llegó a ser un experto en plantación de iglesias, expresó algo muy significativo hablando del crecimiento. Dijo: «Yo planté, apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento».

Sin embargo toda iglesia, así como cada creyente, debe crecer y producir fruto. El crecimiento, en su volumen, lo determina el Señor, pero hay tanto el plantar como el regar es una labor que Dios nos ha dejado a nosotros. y en la cual no podemos fallar.

Amados, creo que la mejor mentalidad es no esperar cosecha, si no hemos hecho si quiera el trabajo de sembrar. Hay creyentes que se lamentan de que sus iglesias no crecen; la pregunta es ¿están sembrando? ¿Están invirtiendo tiempo en otros? ¿Están procurando hablar de Jesús con alguien más?

¿Por qué esperar cosechar lo que nunca hemos sembrado?

Recuerden, es Dios quien da el crecimiento, y por lo mismo todos nosotros debemos ser fructíferos porque es Dios quien produce en nosotros la gracia del fructificar. Jn. 15. 5 – 8.

El apóstol Pablo dijo en 2 Timoteo 2. 6 – 7: «El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que te digo, y el señor te dé entendimiento en todo».

Ya sea grande o pequeño, el crecimiento de una iglesia local depende en gran medida de que la iglesia salga a predicar el evangelio y de que invierta tiempo discipulando a los nuevos convertidos.

Amados hermanos: “Un rebaño se multiplica, una vid crece, y si la iglesia, es comparada a estas figuras es porque trae en su esencia la capacidad de crecer y de multiplicarse.

Conclusión.

Una iglesia que se llame bíblica es una iglesia local independiente de otras pero dependiente del Señor; es una iglesia con miembros convertidos; también una iglesia bíblica es una que dentro de sus puertas goza de creyentes comprometidos y una iglesia bíblica es una iglesia que experimenta crecimiento.

Estos cuatro principios forman parte del carácter de una iglesia bíblica, una iglesia fundamentada en las Escrituras.

Nos definimos y creemos ser una iglesia bíblica, fundada sobre la Roca que es Cristo Jesús, que cree en la verdad de las Escrituras. Pero lo que nos va a dar el verdadero respaldo será una respuesta positiva de cada uno de nosotros a estos principios.

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