Introducción
Vivimos en una era que exalta la unidad humana, pero muchas veces sin Dios. ¿Qué ocurre cuando el hombre busca unidad con motivaciones equivocadas? La historia de Babel no es un relato infantil sobre idiomas; es una poderosa advertencia sobre la rebelión organizada contra Dios.
Si vemos la torre de Babel es uno de los hechos más sorprendentes, confuso y lamentable de la humanidad. Habían pasado alrededor de 100 años desde que Noé pisó tierra luego del diluvio y nuevamente la humanidad existente se encontraba en una rebelión organizada en contra de Dios, el salvador.
Algunos han intentado justificar y poner en el hombre la capacidad intelectual evolutiva de crear diversos idiomas en el mundo, tratando de argumentar fuera de las escrituras, sin embargo, Génesis 11 nos muestra que Dios está al control como Soberano, dejando al descubierto que La variedad de los idiomas en la tierra no es un monumento al ingenio humano, sino al pecado. En este sermón veremos tres aspectos: el orgullo colectivo, la intervención divina y el fracaso humano.
- El Proyecto Presuntuoso del Pueblo (vv. 1-4)
- Una unidad sin humildad (v. 1)
- «Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras». Esta unidad inicial reflejaba una situación posterior al diluvio en la que los descendientes de Noé, hablando un solo idioma, mantenían cierta cohesión social, cultural y espiritual, lo cual era fácil la gobernabilidad.
- El vocablo hebreo safá (“labio”) indica no solo un idioma común, sino una completa comprensión mutua. Esta condición debió haber sido útil para cooperar y organizarse como civilización. Sin embargo, fue usada para rebelarse contra Dios.
- La unidad, sin dirección divina, se convierte en plataforma propicia para la rebelión. Según el análisis bíblico, esta uniformidad fue progresivamente contaminada por la línea de Cam y Canaán, quienes manifestaban una vida de desobediencia y orgullo.
Una iglesia puede parecer unida externamente, pero si el propósito no es glorificar a Dios, esa unidad se convierte en rebelión. La verdadera unidad no es uniformidad humana, sino comunión en la verdad revelada.
Luego de tener el escenario listo y preparado vemos :
- Una desobediencia deliberada (vv. 2-3)
- «Y se establecieron allí» (v. 2) muestra la elección voluntaria de permanecer en un solo lugar, cuando el mandato divino era “llenar la tierra” (Gn. 9:1). Esto implica desobediencia directa.
- Esta región —la llanura de Sinar— fue elegida por su fertilidad y beneficios geográficos, pero también por su potencial como centro de poder y control humano. El liderazgo de Nimrod, citado en Gn. 10:10, es un ejemplo del primer intento de imperio anti-Dios.
- “hagamos ladrillo…y el asfalto” (v. 3) El uso de ladrillos cocidos y asfalto demuestra un ingenio técnico notable, según la evidencia arqueológica. Sin embargo, lo más importante no es el avance material, sino la motivación moral: estaban usando el ingenio humano para desafiar el orden divino.
Hay ministerios que se construyen con base en innovación y creatividad pensando qué técnica funcionará mejor, dejando de lado la oración, la búsqueda de la voluntad de Dios, y si no tienen como fundamento la obediencia a la Palabra, están replicando el espíritu de Babel. Intentando como si fuesen una empresa el llevarse la gloria y dejando a Dios de lado, tan solo como un agente de marketing de ventas.
- Una gloria egocéntrica (v. 4)
- «Hagámonos un nombre…» es la expresión máxima del orgullo colectivo. Carballosa explica que el uso reiterado del verbo exhortativo («vamos») refleja un deseo desafiante de alcanzar una independencia espiritual respecto de Dios.
- Podemos leer muchas veces “hagamos, cozámoslo, vamos, edifiquémonos, hagámonos”.
- La torre tenía una función religiosa, semejante a los zigurats mesopotámicos. Era un símbolo de falsa espiritualidad, no de adoración genuina. Tenía aproximadamente unos 28 pisos en forma escalonada piramidal, en la planta superior se construía un altar o santuario y alrededor de este se encontraban los signos del zodíaco.
- El punto más alto de la torre no era para glorificar a Dios, sino para manipular lo divino y exaltar al hombre.
- Construir una ciudad no era algo malo, Caín había edificado una (Gn. 4:17), el patriarca Abraham «esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios» (He. 11:10); y hay una ciudad celestial, la nueva Jerusalén. El punto es que querían construir una “ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo” representando así su orgullo, rebelión y deseo de independencia de Dios tratando de alcanzar el cielo por sus propios medios. ¿Sucede eso en estos tiempos? ¿trata el hombre llegar al cielo por sus propios medios? ¿trata el hombre de ser “Dios”?
- La frase “por si fuéremos esparcidos” revela una negación de la soberanía de Dios. Su arrogancia absoluta al decir con sus intenciones “por si llegase a existir alguien capaz de…”
- En realidad ellos sí hicieron un nombre, pero de vergüenza: Babel, “confusión”.
La idolatría del yo puede manifestarse en proyectos espirituales donde el centro no es Cristo, sino la reputación humana. En una cultura que idolatra la visibilidad, los creyentes deben recordar que “el que se humilla será enaltecido”.
- La Providencia Poderosa del Padre (vv. 5-7)
- Una observación divina (v. 5)
- «Descendió Jehová para ver la ciudad…»: esta expresión antropomórfica señala la ironía de la situación. Lo que los hombres consideraban grandioso, Dios lo ve como algo que requiere “bajar” para notarlo.
- La pequeñez de los logros humanos cuando se los compara con la gloria de Dios. Isaías 40:22 refuerza esta visión, recordando que los moradores de la tierra son “como langostas” ante el trono celestial.
Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar (Is. 40:22).
- Esta “bajada” de Dios implica también una inspección con propósito judicial. Dios no es ignorante ni pasivo ante la rebelión humana: observa, evalúa y actúa en el momento preciso.
El Señor no se deja impresionar por megaproyectos, templos, eventos masivos, si no hay santidad. Su mirada escudriña el corazón.
- Una evaluación del peligro (v. 6)
- Dios reconoce el poder de la unidad humana sin restricción moral: “Nada les hará desistir…”. No es una alabanza a la capacidad humana, sino una advertencia sobre la gravedad del pecado colectivo y la tozudes del pecado en sus corazones.
- Carballosa cita a Leupold: el verdadero problema era la combinación de unidad lingüística y objetivos pecaminosos. La rebelión se institucionaliza cuando se convierte en cultura compartida.
- Dios vio que la humanidad comenzaba no solo a rebelarse, sino a establecer un patrón que podría conducir al paganismo generalizado. Por eso, su intervención es urgente y misericordiosa.
Dios frustra ciertos planes no por celos o arbitrariedad, sino porque conoce los peligros eternos que nuestros proyectos pueden traer si nos alejan de Él.
¿Dios te ha frustrado algún proyecto por el cuál reclamaste en su momento pero ahora, al mirar hacia atrás, dices “gracias Señor” de lo que me salvaste?
- Una acción que dispersa (v. 7)
- “Confundamos allí su lengua…” muestra una intervención directa y sobrenatural. El verbo jaba usado por Dios es una ironía divina que refleja autoridad trinitaria (véase Gn. 1:26).
- El juicio no fue violencia, sino confusión. A partir de este momento, las culturas se separan, los idiomas divergen, y las civilizaciones se diversifican bajo la soberanía divina.
- Esta dispersión forzada cumplió el mandato original de llenar la tierra, aunque por medios judiciales.
Cuando Dios permite que se rompan relaciones, alianzas o proyectos, puede ser su forma de preservar su plan y protegernos del orgullo.
III. El Proyecto Fracasado y la Providencia Fiel (vv. 8-9)
- La obra abandonada (v. 8)
- “Dejaron de edificar la ciudad”. El objetivo de consolidar un centro de poder humano quedó frustrado. El lenguaje común era la base de su éxito, y al ser destruido, todo colapsó.
- La confusión de lenguas no solo interrumpió la comunicación, sino que desmanteló el espíritu colectivo de rebelión.
- Esta es una victoria de la soberanía divina: Dios no destruyó a la humanidad, sino que redirigió su historia para encaminarla hacia su plan redentor por medio de la línea de Sem (Gn. 11:10 en adelante).
Dios interrumpe nuestros planes no para frustrarnos, sino para redirigirnos. A veces, el fracaso es una bendición encubierta.
- El juicio justo y la gracia soberana (v. 9)
- “Por esto fue llamado su nombre Babel”. El hebreo balal significa “confundir”. La ciudad que pretendía ser “puerta de Dios” se convirtió en el símbolo de la confusión humana.
- Carballosa, y otros estudiosos como Waltke reconocen a Babel como el prototipo del sistema mundial anti-Dios, que se desarrolla hasta llegar a la gran Babilonia del Apocalipsis. (Ap. 17:5)
- En contraste, el día de Pentecostés (Hch. 2) fue la reversión de Babel: Dios usó las lenguas no para dispersar, sino para reunir a su iglesia bajo el mensaje de Cristo.
El Evangelio une lo que el pecado dividió. La misión de la iglesia es ser un contraste del espíritu de Babel, proclamando la gloria de Dios, no la del hombre.
Conclusión: De Babel a Pentecostés
- Babel: representa la unidad para exaltarse sin Dios.
- Pentecostés: diversidad de lenguas para glorificar a Cristo.
- Babel terminó en confusión. Pentecostés comenzó la iglesia.
Toda unidad sin Dios termina en confusión. Solo la unidad en Cristo glorifica a Dios y transforma el mundo.
- No construyas tu vida cristiana sobre logros humanos; edifica sobre la Palabra.
- Dios si quiere que estemos unidos pero en Cristo:
- Juan 17:1″para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.»
- Busca la unidad en la verdad, no en la conveniencia.
- Pregúntate: ¿Estoy edificando para la gloria de Dios o para hacerme un nombre?
No repitas Babel. Ríndete a la soberanía de Cristo. Deja de edificar tu reino. Busca su gloria, su unidad, su verdad. Solo en Cristo hay sentido, propósito y unidad verdadera.
¿Tienes hoy alguna Babel en tu vida?