Los primeros descendientes 2da parte | Genesis 4:9-26 | Pastor Rodrigo Cisternas

Introducción

En el estudio anterior vimos a los primeros descendientes de Adán y Eva. Asumimos que Caín y Abel fueron de los primeros hijos que esta pareja tuvo. Quizás hubo otros anteriormente o quizás fueron mujeres y estos fueron los hombres, eso es tema de especulación.

Al comenzar la historia de los descendientes aparece también la lucha entre la simiente de Dios (Abel) y la simiente de la serpiente (Caín). Vemos que la historia registra el primer asesino y a la vez el primer mártir de la fe.

Desde el principio vemos esta lucha entre las simientes. Todo, creo yo, viene de esta promesa que Dios pronunció que la simiente de la mujer vendería a la simiente de la serpiente (Génesis 3: 15). De aquí en adelante veremos como el enemigo tratará de eliminar todo lo que tenga que ver con una descendencia escogida por Dios o un linaje con el cuál Dios quiera trabajar. Creo que su pensar es, todo lo que es de Dios me expone a la destrucción entonces lo mejor es eliminar todo lo que sea o represente a Dios. a veces lo ha conseguido con éxito, pero otras veces ha sido rotundamente derrotado, sin embargo, este su pensar sigue con él. Seguirá luchando contra la simiente de la mujer, porque sabe que ella porta la promesa de Dios para acabar con él.

Retomando Génesis capítulo 4, ahora vemos a Dios entrevistándose con Caín y dictaminando las consecuencias de su pecado. Dios le dijo a Caín antes, en el verso 7: «Si bien hicieres, ¿no será enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta». El pecado está como una bestia hambrienta esperando devorar a su víctima.

El pecado cobró su víctima, Caín se dejó seducir por el deseo pecaminoso. Satanás, el padre espiritual de Caín, lo convence de asesinar a su hermano ya que es evidente que él porta la simiente de Dios.

Ahora Caín debe enfrentar al juez de toda la tierra. Quien conoce todo acto de los hombres. Dios ha dejado claro que: “todo pecado tiene su consecuencia, o, como dice hebreos 2: 2: Toda transgresión y desobediencia recibe su justa retribución”.

TS: Veamos:

El diálogo de Dios con Caín. Vs 9 – 10.

Dios, como siempre, dirige una pregunta concreta a Caín «¿Dónde está tu hermano?».

Preguntamos: ¿Acaso Dios no sabe lo que pasó? Por supuesto que sí ¿Por qué pregunta?

Ya sabemos que Dios cuando pregunta no es para ser informado, porque Dios todo lo sabe.

Sus preguntas, para mí, apuntan a tres propósitos en Dios. Primero pregunta por que él es el Señor y tiene todo derecho de pedir cuentas de sus criaturas. Segundo, pregunta para dar la oportunidad al propio individuo de ofrecer sus razones del por qué hizo lo que hizo y así evaluar sus motivaciones y una tercera razón, pienso, es que Dios pregunta para entrar a juicio con la persona a fin de que esta sepa su sentencia o destino por causa de sus actos.

La primera pregunta de Dios es ¿Dónde está tu hermano?

Su pregunta no es acusatoria sino investigativa, Dios quiere saber.

La respuesta de Caín es mentirosa y violenta.

No sé. Esto era claramente una mentira. Él sabía claramente donde estaba el cuerpo de su hermano.

¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?

¿Acaso estoy a cargo de cuidar a mi hermano? Mi hermano no es mi problema, se puede cuidar solo y si no, no es problema mío. Esta fue una respuesta bastante insolente considerando a quien le está hablando, bastante sin respeto, como hablan aquellos que no conocen a Dios, que creen que pueden tratar a Dios como se les ocurra.

La palabra para “guarda” es una palabra utilizada para aludir al pastor de ovejas, oficio que realizaba Abel. En otra forma, Caín dice: ¿Acaso soy yo el pastor de ese pastor? (Génesis, doctor Carballosa, pág. 112).

Vs. 10.

Segunda pregunta de Dios: ¿Qué has hecho?

Estas preguntas que Dios hace a Caín nos recuerdan la entrevista que Dios tuvo con Adán y Eva en el huerto del Edén.

  • ¿Dónde está tu hermano? Dios preguntó a Adán ¿Dónde estás?
  • ¿Qué has hecho? Dios preguntó a Eva ¿Qué es lo que has hecho?

Dios pone en los oídos de Caín un diálogo conocido. Creo que Dios le recuerda uno de los episodios más dolorosos en la vida de sus padres, cuando permitieron que el pecado entrara en sus vidas y ahora, de una forma terrible, él ahora repetía su historia.

Al oír Dios la respuesta de Caín no dialoga más con él. Era es obvio que Caín no estaba dispuesto a reconocer culpa. Dios simplemente descubre el acto de maldad de Caín. «La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra».

Esta expresión tiene rasgos muy interesantes: Primero porque la palabra en el hebreo tiene un sentido plural, sangres. Esto demuestra la violencia con la cuál fue asesinado Abel; como bien dice Helbert Leupold: “se refiere a ella como damin, plural, claramente sugiriendo que se derramaron muchas gotas de sangre, una sombra del significado que hemos tratado de transmitir mediante la traducción “Sangre derramada”. Segunda cosa interesante es que esta expresión muestra la medida en que el alma es considerada como que habita en la sangre del hombre: Levítico 17: 11, dice: «Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona».

La misma vida de Abel, su propia alma, clamaba a través del derramamiento de su sangre.

Y lo tercero interesante es lo que hace esta sangre “clama”. ¿Qué clama? Apocalipsis 6: 9 – 10 nos da una posible respuesta: «Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Abel clamaba por justicia Divina, que Dios juzgue al homicida. Que Dios castigue a los injustos que han dado muerte a sus hijos.

Pienso que esto continúa sumándose hasta el día de hoy en los violentos e incrédulos de la tierra.

TS: Ahora veamos:

La sentencia de Dios a Caín. Vs 11 – 12.

Dios maldijo a Caín en dos aspectos.

Con relación a la tierra. Vs 11 – 12ª.

«Maldito seas tú de la tierra… cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza».

La tierra, que fue obligada a recibir la sangre de tu hermano, te maldecirá cada vez que intentes sacar fruto de ella. La oración es clara: «no te volverá a dar su fuerza».

Recordemos que Caín era labrador de la tierra, era su principal oficio, de esta forma se “ganaba la vida”. Destinado a que en lo que mejor hacía le fuera mal. De aquí que Caín tendría que buscar otro medio de sustentarse, porque la tierra no lo querría más.

Con relación a su habitación. Vs 12b.

«Errante y extranjero serás en la tierra».

Errante. Tendría que vagar de un lado a otro buscando oportunidades de subsistencia evitando que otros se molesten con su presencia por causa de su maldición.

Extranjero. Uno que va de paso. Su maldición no le permitiría permanecer mucho tiempo en los lugares, tendría que estar de un lado a otro.

También tiene un aspecto espiritual. Esta maldición haría que las demás personas que buscaban crecer en su oficio no se asocien con él, porque sabían que Dios estaba en contra de Caín. Por lo tanto, Caín estaría rodeado solo de aquellos que no buscaban Dios y a su bendición.

La reacción de Caín a la sentencia de Dios. Vs 13 – 14.

Caín solo se lamentó por su castigo pero no por su pecado. Le dolió lo que le costaría pagar pero no el crimen que había cometido.

Sus palabras suenan más a un reproche contra Dios que al reconocimiento de culpa. Esto es, una vez más, la demostración de su falta de arrepentimiento. Esto nos hace ver como es el corazón de un incrédulo; siempre piensa que Dios es demasiado duro, que es demasiado drástico.

Amados, Dios es justo. Dios pone en balanza justa el pecado y su consecuencia.

La gracia de Dios. Vs 15.

Aún en estas circunstancias la gracia de Dios se hace presente. Si lo pensamos bien, la gracia de Dios está siempre presente, aun en aquellos escenarios devastadores o asoladores. Siempre hay gracia porque Dios siempre está.

¿Dónde vemos la gracia de Dios en este pasaje?

En la protección que Dios le brinda a Caín. Dios puso una marca en Caín para evitar que lo matara cualquiera que le hallare.

Esta gracia, creo, que le dio el impulso a Caín para enfrentar lo que se le venía. Aunque sabía que su cabeza tenía precio, también sabía que Dios le había entregado una garantía de protección.

La descendencia de Caín. Vs 16 – 24.

De aquí en adelante el relato se enfoca casi 100% en la descendencia de Caín.

¿Por qué Moisés, guiado por el Espíritu Santo, le da tanta cobertura a uno que Dios maldijo?; ¿Por qué se habla tanto de este hombre siendo que la Biblia dice que fue del maligno?

Creo que el punto de Moisés, en Génesis, es mostrar los orígenes, sean cuáles fueran. En este caso se muestran los orígenes de la descendencia o de la simiente de uno que fue lleno de incredulidad.

Caín fue un hombre incrédulo, irascible, insolente: ¿Por qué Dios dejó vivir a esta semilla de maldad?

Otra vez volvemos a Génesis 3: 15. Dios anticipó la lucha entre dos simientes. La simiente de la serpiente y la simiente de la mujer. En otras palabras, los que siguen a Dios y los que siguen al diablo. Lo que Moisés nos está presentando, entonces, es la propagación de la descendencia de Caín y nos responderá con esto la pregunta ¿Será que la descendencia de Caín es la simiente de la serpiente? También nos responderá ¿Se acabó la simiente que buscaría a Dios con la muerte de Abel?

La salida y establecimiento de Caín. Vs 16 – 17.

Caín se fue a una tierra que se llamó “Tierra nómada o tierra de extraviado” allí se estableció. Aparentemente era una tierra que obligaba a las personas a no estar en el mismo lugar sino moviéndose en ella. Sin embargo, vemos a Caín desafiando el castigo y procurando forjar una vida estable.

Vs 17.

Caín se casa, a pesar de su maldición, él procura formar una familia, lo cual para su esposa tendría un precio que pagar, vivir con un incrédulo ¿Sería la mujer de Caín incrédula como él? Es probable.

Se pone interesante el relato cuando vemos que Caín, al nacer su hijo primogénito Enoc, construye una ciudad. Esto es contra todo pronóstico ¿Qué está haciendo Caín? ¿Qué quiere demostrar? ¿Está desafiando a Dios una vez más?

Interesante que este hijo del diablo desafía las profecías de Dios y busca establecer sus dominios. Él sabe que debe ser errante pero quiere cambiar esta historia, sin buscar a Dios. Lo logra pero solo a través de su descendencia.

¿Qué pensaría la descendencia de Caín?

Seguro que heredó la mentalidad de Caín ¿Cuál? Dios no me ha dado nada, todo lo que tengo ha sido gracias a mi esfuerzo, no necesitamos a Dios para surgir. ¿Te recuerda a alguien este razonamiento? Si, a nosotros mismos cuando éramos incrédulos y a todos los incrédulos del mundo.

Enoc significa “dedicación” la pregunta es: ¿a quién le dedicó Caín esta ciudad? Por supuesto que NO a Dios.

Probablemente dedicó esta obra o a su hijo o a su familia y quiso así enfatizar que la familia es lo más importante, incluso más importante que Dios.

Nace el personaje más distinguido de la descendencia de Caín, Lamec. Vs 18 – 24.

Lamec es el personaje a través del cual podemos identificar una civilización, vemos que a través de su descendencia:

  • Nacen quienes habitan en tiendas y crian ganados. Vs 20.
  • Nacen todos los que tocan arpa y flauta. Vs 21.
  • Nacen los que trabajarían con el bronce y el hierro. Vs 22.

Nótese la expresión “el cual fue padre” que se repite en dos de los tres hijos de Lamec. Esto significa que ellos fueron los originadores de estas cosas.

Ellos descubrieron la actividad y la desarrollaron. Personas muy inteligentes que inventaron por ejemplo, instrumentos y le otorgaron ciertos acordes o notas musicales para dar sonidos melodiosos a los instrumentos de cuerda y de viento. (Podemos decir que el hombre era bastante inteligente, poseía ingeniería, no era un simio rescatado de los árboles).

Lamec era la séptima generación de Adán por parte de Caín ¿Sería que esta generación sería distinta de su antepasado Caín? ¿Las generaciones podrían haber revertido la vida de incredulidad del abuelo Caín?

Vs 23 – 24.

El dicho de Lamec nos da una respuesta: «Que un varón mataré por mi herida, y un joven por mi golpe. Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será».

Su poema deja muy en claro que el matar a otros, a Lamec, le valía muy poco. Fue un hombre violento peor que Caín. Por otro lado, era más arrogante que Caín. Él dijo: Si Caín era vengado siete veces, Lamec sería setenta veces. Esto habla de un corazón vengativo acerca de cualquier mal que a él le hicieran.

Es obvio que el pecado había crecido en las generaciones que vinieron después de Caín. El pecado que hoy no es confrontado y confesado, en el tiempo crecerá hasta hacerse más ancho, más alto, y más profundo.

La nota positiva. Vs 25 – 26.

La nota positiva, después de tan trágico y oscuro pasaje, está en la aparición del nacimiento de un nuevo hijo para Adán y Eva.

Eva dijo que este hijo vino a reemplazar a su hijo Abel quien fue asesinado por Caín. Todos los descendientes de Adán y Eva supieron la historia de Caín y su corazón violento e incrédulo.

Ahora Dios les concede otro hijo: su nombre fue Set, que significa: “Sustituto”. Y el relato de Moisés responde la pregunta: ¿Fue Set parte de la simiente de Dios? ¿Fue Set como lo fue Abel?

Vs 26, responde a esa pregunta. Dice el pasaje que «los hombres comenzaron a invocar el nombre de Dios». La descendencia de Set fue la que continuó la formación de la simiente de Dios. Dios es fiel, la historia no deja duda alguna acerca de esto.

Conclusión.

Los primeros descendientes nos otorgan mucha información. Como las simientes que nacieron se distinguían entre los que seguían a Dios y los incrédulos; también podemos ver como de estos descendientes se forman civilizaciones, con señales claras de edificaciones y progreso.

Ahora tenemos dos simientes, una que ha establecido su vida sin considerar en nada a la persona de Dios y otra que construye su vida a la sombra del Omnipotente. Aún podemos ver esta realidad en nuestro mundo. Los escritos son tan antiguos pero es sorprendente lo actual que puede llegar a sentirse al mirar el actuar de la humanidad.

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